Nuestro Padre Jesús Nazareno 

Representa el momento en que Jesús Nazareno acepta la Cruz y la abraza, momentos previos a comenzar su camino hacia el monte Calvario. Con este gesto, la imagen de Jesús Nazareno alza la Cruz de carey y plata como signo de victoria triunfante sobre la tierra. Esta iconografía propia estilo manierista, divulgado en la Escuela Sevillana mediante grabados europeos, especialmente “El Pasmo de Sicilia” de Rafael Sanzio de Urbino; y como modelo más próximo la pintura el Cristo de los Ajusticiados en las gradas de la Catedral, obra de Luis de Vargas; en el que la imagen del Nazareno abraza con el estipe, o palo largo hacia adelante, lo que ha hecho que en más de una ocasión lo describan como “al revés”, cuando lo cierto es que era la representación comúnmente utilizada en los Nazarenos de nuestra ciudad hasta el año 1600, fecha a partir de la cual empezó a ganar terreno la representación de cargar con la cruz con el estipe hacia atrás.  

La imagen titular de Jesús Nazareno es una talla policromada realizada en la primera década del siglo XVII, entorno a 1610, ya que en 1611 parece que ya estaba al culto. No se conserva documentación respecto a su autoría. A lo largo de su historia ha tenido varias atribuciones fundamentadas; que cronológicamente han ido desde Juan Martínez Montañés hasta Gaspar de la Cueva, pasando por Francisco de Ocampo. En la actualidad debe tomarse como imagen anónima de los primeros años del siglo XVII, con dos atribuciones razonadas a Francisco de Ocampo y Gaspar de la Cueva. Éstas se basan en similitudes técnicas y artísticas, con obras documentadas de estos dos escultores, como son el Nazareno de Carmona (1607) y el Crucificado del Calvario (1611-1612), obras de Francisco de Ocampo; y Jesús atado a la columna de la Iglesia de San Lorenzo de Potosí (Perú), obra de Gaspar de la Cueva.  

JESÚS NAZARENO 001

Técnicamente es una escultura tallada en madera de cedro policromada, con una altura de 1,83 cm. Posee el cuerpo anatomizado con un valiente “contrapposto” de origen manierista. Inusual en este tipo de representaciones es que gire la cabeza hacia su lado izquierdo, portando la Cruz sobre su hombro derecho. El rostro tiene un canon alargado, de rasgos bastantes acusados que desencadenan en una gran fuerza expresiva y personalidad propia. No presenta excesivos gestos de dolor, sino más bien una expresión serena, de poderosa mirada al devoto, así como una postura triunfal y orgullosa y no de derrota o abatimiento. Las coronas de espinas que ha tenido a lo largo de su historia siempre han sido piezas exentas. 

Al día de hoy, han sido cinco las restauraciones conocidas: Cristóbal Ramos (1745), Teodoro de San Román (1784), José Ordoñez Rodríguez (1912), Agustín Sánchez del Cid (1942) y Francisco Peláez del Espino (1978). 

Respecto a las representaciones artísticas de Jesús Nazareno, se conservan dibujos a plumillas (del principio del XVII); platería (siglo XVII?); pinturas desde el siglo XVII hasta nuestros días; cromolitografías (siglo XIX); fotografías y azulejos. 

Besapie JN_Adolfo Sánchez
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Nuestro Padre Jesús Nazareno 

Representa el momento en que Jesús Nazareno acepta la Cruz y la abraza, momentos previos a comenzar su camino hacia el monte Calvario. Con este gesto, la imagen de Jesús Nazareno alza la Cruz de carey y plata como signo de victoria triunfante sobre la tierra. Esta iconografía propia estilo manierista, divulgado en la Escuela Sevillana mediante grabados europeos, especialmente “El Pasmo de Sicilia” de Rafael Sanzio de Urbino; y como modelo más próximo la pintura el Cristo de los Ajusticiados en las gradas de la Catedral, obra de Luis de Vargas; en el que la imagen del Nazareno abraza con el estipe, o palo largo hacia adelante, lo que ha hecho que en más de una ocasión lo describan como “al revés”, cuando lo cierto es que era la representación comúnmente utilizada en los Nazarenos de nuestra ciudad hasta el año 1600, fecha a partir de la cual empezó a ganar terreno la representación de cargar con la cruz con el estipe hacia atrás.  

La imagen titular de Jesús Nazareno es una talla policromada realizada en la primera década del siglo XVII, entorno a 1610, ya que en 1611 parece que ya estaba al culto. No se conserva documentación respecto a su autoría. A lo largo de su historia ha tenido varias atribuciones fundamentadas; que cronológicamente han ido desde Juan Martínez Montañés hasta Gaspar de la Cueva, pasando por Francisco de Ocampo. En la actualidad debe tomarse como imagen anónima de los primeros años del siglo XVII, con dos atribuciones razonadas a Francisco de Ocampo y Gaspar de la Cueva. Éstas se basan en similitudes técnicas y artísticas, con obras documentadas de estos dos escultores, como son el Nazareno de Carmona (1607) y el Crucificado del Calvario (1611-1612), obras de Francisco de Ocampo; y Jesús atado a la columna de la Iglesia de San Lorenzo de Potosí (Perú), obra de Gaspar de la Cueva.  

Técnicamente es una escultura tallada en madera de cedro policromada, con una altura de 1,83 cm. Posee el cuerpo anatomizado con un valiente “contrapposto” de origen manierista. Inusual en este tipo de representaciones es que gire la cabeza hacia su lado izquierdo, portando la Cruz sobre su hombro derecho. El rostro tiene un canon alargado, de rasgos bastantes acusados que desencadenan en una gran fuerza expresiva y personalidad propia. No presenta excesivos gestos de dolor, sino más bien una expresión serena, de poderosa mirada al devoto, así como una postura triunfal y orgullosa y no de derrota o abatimiento. Las coronas de espinas que ha tenido a lo largo de su historia siempre han sido piezas exentas. 

Al día de hoy, han sido cinco las restauraciones conocidas: Cristóbal Ramos (1745), Teodoro de San Román (1784), José Ordoñez Rodríguez (1912), Agustín Sánchez del Cid (1942) y Francisco Peláez del Espino (1978). 

Respecto a las representaciones artísticas de Jesús Nazareno, se conservan dibujos a plumillas (del principio del XVII); platería (siglo XVII?); pinturas desde el siglo XVII hasta nuestros días; cromolitografías (siglo XIX); fotografías y azulejos. 

Besapie JN_Adolfo Sánchez