Cristo de la Buena Muerte
Crucificado de tamaño académico y realizado en pasta de madera y telas encoladas, es obra anónima de principios del siglo XVIII. Fue restaurado por Dª Rocío Sáez Millán, en 2018. Igualmente, fueron restauradas y plateadas sus potencias de plata por Orfebrería Villarreal. Recibe culto en la Capilla de Jesús Nazareno
Señalan los Anales de esta Archicofradía, año 1831, que «al altar del Santo Crucifijo, sito en el lado del Evangelio de la Capilla, que comienza a denominarse Santo Cristo de la Buena Muerte […] Esta sagrada imagen de Jesucristo en la Cruz es de pasta de madera y cartón piedra […] aunque como está enmarcada convenientemente en su retablo barroco, produce buen efecto y mueve a piedad. Muchas personas han sustentado la creencia de que esta imagen fue la titular de la capilla del Santo Crucifijo, capilla que fue vendida por la comunidad de los frailes antoninos a nuestra Archicofradía en 1579».
